Cuando ví estas imágenes me quedé alucinada. No entendía cómo una decoración clásica y de tonos oscuros podía resultar tan alegre y juvenil.
La clave está en combinar los muebles con unos cuadros de llamativas flores y unas butacas de color naranja, que le aportan al salón un toque elegante, alegre y juvenil.
El aparador blanco y la lámpara de diseño suavizan y llenan de alegría el comedor.
Las fotografías pertenecen a Jed Johnson Associates, una firma de diseño de Nueva York.